miércoles, 9 de septiembre de 2015

Después de las vacaciones, ¿no duermes bien?

Si has vuelto de vacaciones y tras la incorporación a tu trabajo y a los quehaceres diarios te cuesta dormir, quizás no descanses bien físicamente y disminuyas tu rendimiento intelectual y manual en tu vida diaria. Como consecuencia, puedes tener durante el día fatiga, mal humor, ansiedad, nerviosismo, falta de energía. Puede que padezcas de insomnio:

+Dificultad para conciliar el sueño.
+Despertar precoz.
+Aumento en el número de despertares.
+Sueño insuficiente y no reparador.

El sueño actúa como mecanismo reparador y de descanso neuronal en el que se va a producir la recuperación de la capacidad necesaria para la actividad a desarrollar en nuestro estado de vigilia. Si no se trata correctamente, el insomnio puede llegar a ser crónico y ser más severo.


Primeramente, hay que intentar aplicar unas medidas no farmacológicas que mejoren la higiene del sueño

-Evitar comidas abundantes antes de acostarse.
-No beber alcohol las últimas 2 horas antes de acostarse. No fumar.
-No tomar bebidas con cafeína.
-Comer un plátano o un vaso de leche una hora antes de acostarse, yaque como contienen triptófano, funcionan como inductores del sueño.
-Una adquisición de buenos hábitos de descanso.
-Practicar ejercicio físico moderado. Evitar el agotamiento físico.
-Darse una ducha o baño tibio ante de acostarse.
-No dormir durante el día.
-No intentar dormir hasta que se sienta sueño. 


Para un tratamiento de corta duración, y donde el paciente lleva menos de 3 semanas con este insomnio, podemos utilizar los medicamentos fitoterápicos. Aunque ejercen un efecto terapéutico lento y menos intenso, tienen la ventaja sobre otros hipnóticos de la no alteración de la estructura del sueño y provocar efectos adversos de menor importancia. 
Las plantas más utilizadas son:
  • Valeriana (Valeriana officinalis): tiene acción hipnótica, sedante, ansiolítica y ligeramente espasmolítica, por lo que está indicada en todos los trastornos del sueño de origen nervioso. Se puede usar en cápsulas, grageas e infusiones.
    Debe administrarse una hora (o como mínimo, media hora) antes de acostarse, aunque en casos de insomnio mejor dos horas antes, porque al principio produce un pico de excitación previo al efecto hipnótico. Aunque se considera una droga segura, se recomienda evitar su uso en el embarazo, lactancia, insuficiencia renal o hepática y en pacientes con cardiopatías.
  • Lúpulo (Humulus lupulus): además de ser una planta sedante y ansiolítica, ejerce también acción inductora del sueño. Se usa en cápsulas e infusión. No se recomienda en niños, en el embarazo y lactancia.
  • Melisa (Melissa officinalis): puede utilizarse tanto para facilitar la conciliación como para proporcionar un descanso de calidad. Se recomienda especialmente en personas con insomnio ocasional o producido por el cansancio y en personas con dispepsias gástricas y biliares. También es una buena planta coadyuvante de las demás y constituye una infusión agradable.
  • Pasiflora (Passiflora incarnata): tiene una acción ansiolítica que favorece la conciliación natural del sueño, al tiempo que prolonga su duración. Se recomienda media hora antes de acostarse. Evitar pacientes con IMAO, en mujeres embarazadas, lactancia y niños menores de 12 años.
  • Amapola de California (Schscholtzia californica): tiene acción sedante, espasmolítica a nivel del músculo liso y ligeramente hipnótica. Está indicada en trastornos neurovegetativos que cursan con ansiedad y en trastornos del sueño.
  • Tila (Tilia cordata): se usa la inflorescencia entera desecada. Usada como sedante y espasmolítico en estados de ansiedad, nerviosismo, insomnio. Se usa en cápsulas o en infusión.
También podemos utilizar los Antihistamínicos H1, que producen un bloqueo competitivo, reversible e inespecífico de los receptores H1, disminuyendo los efectos de la histamina. Atraviesan la barrera hematoencefálica, dando lugar a sedación e inducción del sueño.
Deben administrarse con alimentos, media hora antes de dormir. 
Tiene varias interacciones con los antiparkinsonianos, antidepresivos tricíclicos, IMAO y neurolépticos.
Contraindicados en caso de crisis aguda de asma y en porfiria.
Evitar su uso en embarazo, lactancia y en mayores de 75 años.
Los más usados:
  • Difenhidramina: para un tratamiento a corto plazo de insomnio, su uso no está recomendado en niños menores de 12 años. Dosis máxima 76mg/24h.
  • Doxilamina: se usa en el tratamiento de insomnio ocasional, de interrupciones frecuentes y de despertar temprano. No recomendado en menores de 18 años. Dosis máxima 25mg/24h.
Por último, estarían los medicamentos que precisan de receta médica y que el médico prescribiría según las necesidades del paciente. Aquí se encontrarían pacientes:

-De más de tres semanas de duración del insomnio.
-Menores de 2 años y mayores de 75 años.
-Enfermedades psiquiátricas y orgánicas.
-Dolor intenso.
-Abuso de sedantes.

Los medicamentos empleados para estos casos serían:

+Benzodiazepinas como el lormetazepam, lorazepam, diazepam, flurazepam, triazolam.
+Zolpidem y zopiclona que están relacionados con los anteriores.
+Maprotilina y amitriptilina.


(FUENTE: Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos)

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