jueves, 25 de abril de 2013

Preguntas, respuestas y recomendaciones sobre protección solar

 
 
(Hessnatur)

La mayoría de los síntomas que la gente suele conocer como “alergia solar” suelen estar relacionados con alguna fotodermatosis:

 

La típica aparición de “granitos que pican” en épocas estivales suele estar relacionada con alguna de las siguientes patologías: erupción polimorfa lumínica, urticaria solar y dermatitis actínica crónica. Aparte de la exposición al sol, no hay una relación causa-efecto determinada (pueden deberse a múltiples causas), y puede aparecer de repente en algún momento de nuestra vida en el que nuestro organismo, por lo que sea, ha decidido sensibilizarse especialmente frente al sol.

¿El fotoprotector debe colocarse encima o debajo de la crema hidratante/maquillaje/repelente de mosquitos, etc.?:

 

Para que actúe un fotoprotector, éste debe permanecer fijado sobre la piel. De esa manera conseguirá filtrar con éxito las radiaciones solares. Por eso, cuidado con usar cremas hidratantes de tratamiento que lleven liposomas, nanosomas, ciclodextrinas o cualquier otro transportador de principios activos que pudieran interactuar luego con los filtros, vehiculizándolos al interior y provocando con ello alergias. 
Si se necesita aplicar una crema base, siempre que sea ésta lo más inocua posible, hay que dejar pasar unos 15 minutos antes de aplicar el fotoprotector. Sólo en el caso de maquillajes, si son polvos sueltos inertes tipo “colorete” (no cremas hidratantes o fluidas con color), se pueden aplicar con una brocha o borla encima del fotoprotector transcurridos 15-20 minutos. 
Los repelentes de insectos, por tener excipientes generalmente alcohólicos, estarían
contraindicados junto a una crema solar. Es mejor utilizarlos tras la exposición solar, una vez duchados y con la piel limpia. Actualmente ya hay productos postexposición solar (after sun) con efecto antimosquitos especialmente formulados para evitar inter acciones.


 ● Recomendaciones para con los niños frente al sol:

 

Resulta fundamental el uso de una protección desde una edad temprana, evitando quemaduras e incluyendo las siguientes recomendaciones:
• No exponer al sol a niños menores de 3 años.
• Proteger al niño con gorro, camiseta y gafas.
• No utilizar colonias u otros cosméticos con perfume.
• Darle de beber agua frecuentemente, para evitar golpes de calor.
• Utilizar un fotoprotector especial para niños:
- No sólo en la playa, sino en el resto de sus actividades y juegos al aire libre.
- Que proteja de los rayos UVB y UVA.
- Resistente al agua.
- Con un factor de protección solar mínimo de 15 y mayor de 30 en niños de piel muy clara, con tendencia a pecas, ojos claros…; es decir, de fototipos I y II, y cuando hay alta radiación ultravioleta.
- Incluso en la sombra o días nublados.
- De forma generosa y uniforme, media hora antes de salir de casa, sobre la piel seca.
- Reaplicar el producto por lo menos cada 2 horas o después de baños prolongados.
- Evitar las horas de máxima intensidad solar, entre las 12:00 y 16:00 horas oficiales.
• Si están tomando algún medicamento, consultar con el farmacéutico o médico, por sí es fotosensible (sobre todo algunos antibióticos); en este caso, evitar la exposición solar o utilizar medidas de alta protección.


 ● Recomendaciones en el etiquetado de los fotoprotectores:

 

• Mejor etiquetado de la protección UVA mediante la utilización de un nuevo logotipo o sello UVA en los envases. Para poderlo utilizar, la protección contra la radiación UVA debe ser de al menos un tercio del factor de protección solar frente al UVB. Corresponde a un círculo con
las siglas “UVA” dentro.
• Deben dejar de utilizarse expresiones como “bloqueante solar” o “protección al 100%”, ya que no hay ningún producto de protección solar que proteja completamente frente a la radiación UV.
• Deben utilizarse descriptores verbales normalizados: protección “baja”, “media”, “alta” o “muy alta”), junto con los tradicionales indicadores del factor de protección solar (6-10, 15-25, 30-50, 50+), para proporcionar orientación sobre la elección del producto de protección solar adecuado.

miércoles, 24 de abril de 2013

Radiación solar y fotoprotección

Cuando la radiación solar entra en contacto con la epidermis se van a producir alteraciones en el ADN, aminoácidos y lípidos, y se generan radicales libres que dañan aún más las estructuras celulares. La piel tiene un sistema antioxidante muy eficaz que evita la acción de estos radicales libres, pero un estrés oxidativo excesivo puede sobrepasar su capacidad protectora.
Como respuesta al daño producido, se inicia una respuesta inflamatoria eritematosa y se provoca una depresión del sistema inmunitario.
La respuesta inflamatoria estimula la división celular e induce la reparación del daño producido, mientras que el buen funcionamiento del sistema inmunitario implica que la radiación solar lo debilite, para evitar de este modo que el organismo origine una respuesta inmunitaria exagerada contra moléculas propias alteradas por la misma exposición solar.
Como mecanismo protector frente a posteriores irradiaciones se activa la mitosis celular, que en pocos días se traduce en engrosamiento de la epidermis y aumento de la melanogénesis. La piel, una vez bronceada y engrosada, tiene una mayor resistencia frente al daño actínico futuro.


(Apotheken-umschau)

A pesar de estos mecanismos protectores y de reparación cutáneos, no siempre los efectos de la radiación solar pueden ser completamente corregidos, y la exposición excesiva a lo largo de los años conlleva efectos crónicos de tipo estético (fotoenvejecimiento) y también médico (fotocarcinogénesis). 
Especialmente grave es el cáncer cutáneo, que en la actualidad es el cáncer con mayor prevalencia en la raza blanca y cuya causa principal es la exposición crónica y excesiva a la radiación ultravioleta (UV).
Los fotoprotectores juegan un papel muy importante en la estrategia de prevención del eritema, del fotoenvejecimiento, de las hiperpigmentaciones, de la fotoinmunoprotección, de las fotodermatosis…; y también del cáncer cutáneo.
Hoy día se puede afirmar que todos estos fenómenos se pueden evitar con una buena prevención responsable mediante la fotoprotección.


La estrategia de prevención del cáncer cutáneo y otras manifestaciones nocivas de la radiación ultravioleta se basa en evitar la exposición al sol en las horas de máxima intensidad, el empleo de ropas, sombreros, gafas protectoras y otras formas de protección física y la aplicación de fotoprotectores, que tienen un importante papel en toda la población, pero especialmente en las personas que desarrollan actividades deportivas o de ocio al aire libre. Los fotoprotectores tópicos deberían prevenir los efectos adversos, tanto agudos como crónicos, de la exposición excesiva al sol. 
Los principales objetivos de este tipo de productos son retrasar el fotoenvejecimiento, y también impedir la aparición de carcinomas y, posiblemente, también de melanomas.

Las cremas fotoprotectoras (en sentido amplio, cualquier preparado destinado a la aplicación tópica que contenga en su composición sustancias que bloqueen los UV, con independencia de su formulación) están formadas por un excipiente y diversos principios activos que pertenecen a varias clases farmacológicas. El desarrollo de filtros capaces de proteger frente a los UVA ha sido difícil: cuanto más UVA absorbe un producto químico, mayor es su tendencia a presentar una coloración amarillenta y a ser objeto de fotodegradación por los UVB, perdiendo sus propiedades fotoprotectoras, lo que explica que, hoy en día, en la mayoría de las nuevas formulaciones ya se empleen combinaciones de filtros químicos y físicos para conseguir un máximo espectro de fotoprotección.

El factor de protección solar (FPS) es un índice que nos da idea del tiempo que podremos permanecer expuestos al sol sin riesgo de quemadura. Cuanto mayor sea el FPS, más alta será la protección frente al sol.
 
La actual definición del factor de protección solar, en la que están basados la totalidad de los métodos de evaluación hoy conocidos, se basa en los trabajos de Schulze. En 1956, definió el FPS como la ratio entre la dosis eritematógena mínima de la piel protegida con el producto y sin él, a las 24 horas de la irradiación.

Actualmente, y en base a los nuevos conocimientos que hoy se tienen, hay muchos científicos que prefieren utilizar el término factor de protección eritemático en vez de factor de protección solar, debido a que en el cálculo y determinación del FPS sólo se considera la respuesta eritemática (es decir: la respuesta al UVB) a las 24 horas.
Muchos de los problemas “alérgicos” generados por una crema solar en realidad se deben a una mala conservación, a un mal uso o a una caducidad sobrepasada del producto. Por eso es conveniente advertir al usuario del producto que mire siempre el PAO (period after opening) indicado en el envase. Lo habitual para productos solares es encontrar una "caducidad después de abierto” de 12 meses.


(Sommerlektionen)

Consejos en el modo de empleo de los protectores solares:

• Utilizar el fotoprotector adecuado para cada tipo de piel o zona del cuerpo (crema, spray, leche o gel), fototipo, edad y circunstancias de exposición.
• Aplicar el fotoprotector en casa de manera generosa (2 mg/cm2), de forma uniforme, sobre la piel seca, media hora antes de la exposición al sol.
• Renovar la aplicación a las 2 horas y después de cada baño.
• Emplear una fotoprotección más alta en las primeras exposiciones solares.
• Extremar las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol (cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas y manos). La protección de los labios se debe hacer con lápices o barras fotoprotectoras, y la del cabello con productos específicos.


● Advertencias y consejos de utilización de los protectores solares:

• Evitar la exposición solar entre las 12:00 y las 16:00 horas.
• Los fotoprotectores se deben utilizar incluso en días nublados.
• El agua, la hierba, la arena y la nieve reflejan los rayos solares, aumentando los efectos de las radiaciones sobre la piel, por lo que hay que utilizar fotoprotectores más altos.
• Evitar largas exposiciones al sol.
• Procurar no dormirse al sol.
• No utilizar colonias, desodorantes u otros cosméticos en la exposición al sol: producen manchas.
• Proteger la piel con ropa y la cabeza con un sombrero.
• Hay medicamentos y productos cosméticos que producen en la piel una reacción de fotosensibilidad por la exposición solar. Consultar al farmacéutico.
• En casos especiales: embarazo, patologías cutáneas, trabajadores al aire libre, individuos
con antecedentes familiares de cáncer y fototipos muy bajos I y II, aplicar productos de alta protección o evitar tomar el sol.
• Extremar las medidas protectoras en cualquier actividad al aire libre.
• Vigilar los cambios de color, forma o tamaño de pecas o lunares. Consultar al especialista.
• Proteger los ojos con gafas de sol que lleven protección 100% UV.
• No utilizar protectores solares abiertos durante más de 12 meses.


viernes, 19 de abril de 2013

Publicidad antigua de medicamentos en Alemania

En este segundo post de publicidad de medicamentos antiguos os pongo la publicidad que se hacía en Alemania también a mediados del siglo pasado:



























jueves, 11 de abril de 2013

Aquellos maravillosos...medicamentos!

Que la publicidad de medicamentos en el siglo pasado era todo un arte, tan solo hay que fijarse en los numerosos ejemplos que pongo a continuación:























sábado, 6 de abril de 2013

Migraña y déficit de DAO

Una migraña es un dolor de cabeza recidivante, pulsátil e intenso que habitualmente afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
Aunque la migraña puede iniciarse a cualquier edad, generalmente empieza en personas entre 10 y 30 años de edad. A veces desaparece después de los 50 y es más frecuente en mujeres que en varones. Si se tiene en cuenta que más del 50 por ciento de las personas con migraña tienen familiares que también la padecen, es de suponer que la tendencia puede estar transmitida genéticamente. En general, el dolor de la migraña es más grave que las cefaleas tensionales.
Las causas exactas de las migrañas se desconocen, aunque se han estudiado varias teorías. Actualmente se cree que la migraña es un trastorno constitucional con base genética. Las causas desencadenantes son difíciles de identificar y diferentes en cada personas, pero las más frecuentes son:
  • Herencia: Aunque la forma de herencia no está totalmente establecida, en algunas formas especiales de migraña ya se ha identificado el gen que la transmite situado en el cromosoma 9.
  • Edad: En la infancia la migraña se presenta por igual en niños y niñas. A partir de la pubertad y debido a los cambios hormonales, se dispara la incidencia de migraña en las mujeres.
  • Estrés y ansiedad: Es necesario aprender a relajarse, buscar alguna distracción en momentos estresantes.
  • Hormonas: Lo más frecuente es padecer una o dos crisis al mes, fundamentalmente en la época de primavera y otoño, y éstas pueden llegar a durar de 4 a 72 horas. Además del intenso dolor de cabeza estas dolencias van acompañadas de otros síntomas como náuseas, fotofobia o vómitos. En menor medida pueden provocar irritabilidad, anorexia, vértigos y mareos. La migraña suele empeorar con la ovulación y la menstruación, así como con la toma de anticonceptivos orales. El embarazo, sin embargo, suele mejorar transitoriamente la migraña y muchas mujeres mejoran extraordinariamente cuando desaparece la menstruación (menopausia).
  • Ingestión de alcohol y dieta: Algunos alimentos y bebidas pueden desencadenar ataques de migraña. Por ejemplo, el alcohol, especialmente el vino tinto o burdeos; las comidas con glutamato monosódico MSG; productos que contienen tiramina; o las carnes en conserva con nitratos.
  • Falta o exceso de sueño: También puede ser un desencadenante de la migraña.
  • Factores medioambientales: El tiempo o los cambios de temperatura, las luces deslumbrantes o las fluorescentes, las pantallas de ordenador, los fuertes olores y las elevadas altitudes.
                        
Existen varios tipos de migraña. La más frecuente es la Migraña Común o Clásica, que se caracteriza por el dolor en mitad de la cabeza, con un dolor pulsátil que se inicia en la frente, sien y puede abarcar el ojo y extenderse al otro lado de la cabeza. A veces, va asociado a náusea e intolerancia del ruido y la luz.

Existen otras variedades como la Oftálmica, la Vasomotora, la Migraña Menstrual, asociada a la ansiedad y depresión.
Otras variedades complicadas con el sistema simpático y el nervio trigémino, muy dolorosas llamada Migraña neurálgica, más frecuente en el hombre, se presenta alrededor del ojo y sien, dolor que se extiende a la nuca, oído y a la mitad de la cabeza, generalmente afecta a un solo lado, con dolor de tipo opresivo, pulsátil y lacerante.

Los dolores de cabeza se deben a la interacción anormal del cerebro, con los vasos sanguíneos y con los nervios que contiene. Esta interacción anormal es debida a las alteraciones en las sustancias neurotransmisoras que controlan las funciones orgánicas de nuestro cuerpo.

(FOTO: Kopfschmerzen.net)

Las alteraciones en la visión o aura se consideran un "signo de advertencia" de que una migraña está por venir. El aura ocurre en ambos ojos y puede involucrar cualquiera de los siguientes aspectos:
  • Un punto de ceguera temporal
  • Visión borrosa
  • Dolor ocular
  • Ver estrellas o líneas en zig zag
  • Visión de un túnel
Otros signos de advertencia abarcan: bostezar, dificultad para concentrarse, náuseas y problemas para encontrar las palabras adecuadas.
No toda persona que padece migrañas presenta un aura. Aquellos que sí normalmente experimentan una alrededor de 10 a 15 minutos antes del dolor de cabeza. Sin embargo, un aura puede ocurrir simplemente desde unos cuantos minutos hasta 24 horas antes. No siempre un dolor de cabeza sigue a un aura.
Las jaquecas pueden ser sordas o severas. El dolor puede sentirse detrás del ojo o en la parte posterior de la cabeza y el cuello. Para muchos pacientes, los dolores de cabeza empiezan en el mismo lado cada vez. Los dolores de cabeza normalmente:
  • Se sienten pulsátiles, palpitantes, que laten con violencia
  • Son peores en un lado de la cabeza
  • Comienzan como un dolor sordo y empeoran en cuestión de minutos a horas
  • Duran de 6 a 48 horas
Otros síntomas que se pueden presentar con los dolores de cabeza abarcan:
  • Escalofríos
  • Aumento de la micción
  • Fatiga
  • Inapetencia
  • Náuseas y vómitos
  • Entumecimiento, hormigueo o debilidad
  • Problemas para concentrarse, dificultad para encontrar palabras
  • Sensibilidad a la luz o al sonido
  • Sudoración 

No existe una cura específica para las jaquecas o migrañas. El objetivo es tratar los síntomas de la migraña de inmediato y prevenir dichos síntomas evitando o alterando los factores desencadenantes.
Un buen paso consiste en aprender a manejar las cefaleas tensionales en casa. Llevar un diario del dolor de cabeza puede ayudar a identificar los factores desencadenantes de éste. Luego, tú y tu médico podéis planear cómo evitar estos desencadenantes. 
Si padeces migrañas frecuentes, el médico puede prescribirte medicamentos para reducir el número de ataques. Es necesario tomarlos todos los días para que sean efectivos. Éstos pueden ser:
  • Antidepresivos como la amitriptilina o venlafaxina.
  • Medicamentos para la presión arterial, como betabloqueadores (propanolol) o bloqueadores de los canales del calcio (verapamilo).
  • Medicamentos anticonvulsivos como ácido valproico, gabapentina y topiramato.
Otros medicamentos se toman ante el primer signo de un ataque de migraña. Los analgésicos de venta libre como el acetaminofeno (paracetamol), el ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico a menudo ayudan, especialmente cuando la migraña es leve. Hay que saber que tomar medicamentos más de tres días a la semana puede ocasionar cefaleas de rebote (dolores de cabeza que siguen reapareciendo), y que tomar demasiado paracetamol puede causar daño al hígado y demasiado ibuprofeno o ácido acetilsalicílico puede irritar el estómago.
Si estos tratamientos no ayudan, consulta con el médico sobre medicamentos recetados, como aerosoles nasales, supositorios o inyecciones. El médico puede seleccionar de los diferentes tipos de medicamentos, como:
  • Triptanos, casi siempre recetados para detener los ataques de migraña.
  • Derivados del cornezuelo de centeno que contienen formas diferentes de ergotamina.
Algunos medicamentos para la migraña constriñen los vasos sanguíneos. Si tienes riesgo de sufrir ataques cardíacos o tienes cardiopatías, consulta con el médico antes de usar estos medicamentos. No tomes cornezuelo de centeno si estás embarazada o planeándolo. 

Se administran otros medicamentos para tratar los síntomas de migraña y se pueden usar solos o junto con otros fármacos. Los medicamentos en este grupo abarcan:
  • Medicamentos antieméticos.
  • Sedantes.
  • Analgésicos narcóticos.
Hace menos de un mes un estudio elaborado por la Sociedad Española de Déficit de DAO y el Capio Hospital General de Catalunya ha demostrado que el 90% de las migrañas no solo se pueden tratar, sino que también se pueden prevenir con la administración de una enzima llamada DiAminoOxidasa (DAO).
El estudio, que se ha presentado en el marco del congreso farmacéutico Infarma, que se celebró en Barcelona, es el primero de todo el mundo que demuestra que la administración de la enzima DAO reduce las migrañas. Esta enzima (DAO) se encarga de degradar una molécula llamada histamina que se encuentra en muchos alimentos, principalmente en los derivados de la leche y los cítricos, y que se elimina posteriormente por la orina.


(FOTO: deficitdao.org)

Las personas con déficit de DAO no pueden eliminar la histamina, con lo que esta pasa a la sangre y se acumula en el plasma, provocando efectos adversos como migraña y trastornos gastrointestinales. Por ello, el tratamiento consistiría en ingerir antes de las comidas una cápsula del enzima DAO, "que no crea adicción ni efectos adversos porque es un alimento funcional, no un medicamento, a diferencia de los analgésicos", ha asegurado el neurólogo Joan Izquierdo Casas.
El neurólogo ha insistido en que los pacientes con migraña y déficit de DAO deberían modificar también la dieta y evitar los alimentos con más histamina. Así, se recomienda evitar los alimentos procesados, como los embutidos, los productos lácteos, los cítricos y las bebidas alcohólicas, ya que éstas, además de contener mucha histamina, inhiben la enzima DAO.
El neurólogo Izquierdo también ha destacado que la migraña no se hereda, sino que lo que se transmite genéticamente es el déficit de DAO que, en la mayoría de los casos acaba desencadenando una migraña, aunque no siempre. Así, la migraña está relacionada en un 90% de los casos con el déficit de este enzima, mientras que en el resto de casos todavía se desconoce qué es lo que la provoca.